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Justo premio y soberbia actuación la que nos entrego el central mexicano en el debut de la selección ante un rival de jerarquía como lo fue Portugal. Lo de Héctor Moreno va más allá del gol de último minuto y es que durante todo el partido fue el primero en mandar a su equipo al ataque, siempre con la cabeza levantada y buscando la salida más limpia, como buen líder de la defensa era el primer comandante para tratar de ofender al rival, el zaguero derrochó clase y elegancia en cada trazo largo y cada pase corto que soltó durante el partido. En cuanto a cuestiones defensivas, Moreno volvió a confirmar el porque de su fichaje por la Roma, en todo momento ganó por aire y sus coberturas como siempre y como nos tiene acostumbrados fueron precisas y concretas. Moreno ayer demostró el porque de sus 10 años en Europa, el porque ha sido inamovible en todos los equipos donde ha estado y el porque a veces la transición de ya no tener a Rafa Márquez, es menos notaria. Encima, Moreno a parte de cumplir en su deber como zaguero, va y remata un balón en el último minuto del partido ante un central ferreó como Fonte y a pesar de eso Moreno ganó el balón. El fútbol le debía una noche así a un jugador tan constante, humilde y talentoso como Héctor. Llegará a Roma en su mejor momento y es que tras el retiro de Il Gladiatore, lo que necesita Roma, son guerreros y Moreno es uno de ellos.